Crónica de un Sueño Inesperado
Marzo-20-2015
(viernes), 11:24am.- Estoy realizando una investigación en Internet sobre los
Baby Boomers, tema sobre el que me propuse escribir un ensayo para festejar mi
cumpleaños número cincuenta y nueve, recibo un correo electrónico, el título
inmediatamente capta mi atención:
“FALLO DEL JURADO VII
CERTAMEN DE RELATOS ALOVERA GUADALAJARA”
No dudo en abrirlo,
recuerdo este concurso porque fue el primero al que me inscribí, lo que me
extraña es que ni siquiera había recibido confirmación de recepción del texto.
Leo:
“Estimado
participante, le remito el acta del VII certamen de relatos organizado por la
Biblioteca de Alovera, en el que su
relato ha obtenido mención especial.
¡¡¡ Felicidades por su galardón y
Enhorabuena por su premio!!! El premio de mención especial consiste en un
pequeño lote de libros y un diploma y se celebrará el viernes 24 de abril a las
18,00 horas en la Biblioteca. Es
indispensable venir en persona a recoger el premio o sino se pudiera enviar
a alguien en su representación. Si no se pudiera venir, los libros serán
donados a los centros educativos de la localidad… Etc, etc. Suscribe: Mercedes
García granizo, Directora de la Biblioteca de Alovera.
Lo releo un par de veces, no hay
error, mi corazón palpita aceleradamente. Abro el archivo adjunto.
“ACTA DEL JURADO DEL
VII
CERTAMEN LITERARIO DE RELATOS CORTOS BIBLIOTECA DE ALOVERA
En la Villa de Alovera a trece de
marzo de dos mil quince, siendo las… CATEGORÍA ADULTO 1º Premio a Alberto de
Frutos Dávalos natural de Madrid por el relato “Diario.doc”. Mención especial a Manuel
Rodrigo García Leo, natural de México por el relato ”El Rio Calmo y el Zacate
Seco”…
Quiero gritar como si la selección mexicana de
futbol hubiera ganado el mundial con un gol de último minuto en tiempos extra. La
sorpresa es gigantesca, no puedo creer que el primer cuento que escribí,
hubiera ganado algo en el primer concurso en el que participé, y encima que el
reconocimiento viniera de España, cuna de mi idioma.
La primera en saberlo, por supuesto tiene que ser
Moni. Le mando un WhatsApp.
12:13pm.- “¿Qué
crees? Mi cuento del zacate ganó una mención especial en el concurso de España;
PUTA MADRE ESTOY FELIZ”
Respuesta: “¡Wowwwwwwww!
Eres un campeón, tenemos que festejarlo”
Ahora si puede saberlo el mundo, “posteo” un
mensaje en FaceBook.
12:41pm.- “Estoy
feliz, un lugar de la Mancha, cuyo nombre… recordaré por siempre: Alovera,
Castilla-La Mancha, España, me honró con una mención especial en su certamen internacional
de relatos cortos”
Casi de inmediato
empiezo a recibir, “likes”. Los comentarios con parabienes mantienen mi ánimo
al cien por ciento, ¿será que esto podría ser el principio de algo mejor? Pasa
por mi mente una idea absurda: “¿y si me lanzo a recibirlo?... ¡No, no, no!
sería una locura, les diré que me manden el reconocimiento por mensajería, es
más que me manden un PDF y yo lo imprimo ¿cómo voy a cruzar el Atlántico por un
pinchurriento(1). “diplomita” que hasta yo mismo puedo diseñar e imprimir?
09:42pm.-
Moni y yo entablamos un largo debate: ir o no ir, esa es la cuestión. Por un lado,
pesa un gasto que no está ni remotamente presupuestado; por el otro, hay que
justificar la utilidad del viaje. Poniendo las cosas en perspectiva, una
mención especial en el certamen literario de un poblado(1). más pequeño que la colonia Popotla no es como para preocupar a Mario Vargas Llosa, pero por otro lado está el hecho
de que esa villa realmente está en un lugar de Castilla La Mancha (lo vi en
Google Maps). El sueño nos vence y la moneda sigue en el aire.
Marzo-21 (sábado),
11:35pm.- Finalmente después de una buena dosis de insistencia de mi mujer versus
la hipócrita resistencia que yo opuse todo el día, llegó la legitimación que
necesitaba mi conciencia para “aceptar mi destino”. Entonces le solté un firme “órale,
va” y nos dormimos… Bueno, se durmió ella porque yo le sigo dando vueltas, y no
es que no esté convencido, pero hay algo que no me complace del todo… ¡Ya está!
a ese viaje no debo ir yo solo, lo que ahí suceda quiero vivirlo junto a
Mónica.
Marzo-22 (domingo), 08:24am.- El tema de la primera conversación no podía
ser otro, pero ahora soy yo el que la arrincona en una disyuntiva crucial: “O
vamos los dos, o no va nadie”, sentencié.
Ella juega
fuerte y me contesta: “Ok, entonces no va nadie”, las cosas quedan nuevamente en
indefinición porque ya nos espera a desayunar Gladys, mi cuñada.
Durante la
sobre-mesa, entre Fer, mi hija y varios de mis entusiastas sobrinos se encargan
de animarnos; no les cuesta mucho trabajo, ambos moríamos por emprender la
aventura juntos, Moni y yo, cómo lo hemos hecho todo durante cuatro décadas.
04.16pm.- Lo
que seguía era confirmar la asistencia y darnos a la tarea de organizar la
escapada a Europa ¡Increíble, tomando en cuenta que una semana antes
discutíamos sí festejar mi cumpleaños en Casa Toño o enfrente de la tele viendo
al fin toda la primera temporada de Cards of House en Netflix.
13-abril
(lunes), 03:52am.- Mercedes me envía otro correo electrónico, en él me avisa
que TV de Guadalajara me quiere entrevistar. De aceptarlo yo, nos recogerían en
la estación del tren para llevarnos a la televisora y posteriormente ellos
mismos nos conducirían a Alovera.
22-abril
(miércoles), 10:12pm.- Aeropuerto Benito Juárez, Ciudad de México. El vuelo se
retrasó, debíamos haber salido a las 9:40, saldremos dos horas después.
Afortunadamente el único efecto de esto es que llegaremos muy tarde a Madrid el
día 23, pero el evento es el día 24, así que no hay problema.
24-abril (viernes),
11:00am.- Salimos de hotel con rumbo a Atocha. Ya vamos desayunados, dos horas
antes conseguí café y pan dulce delicioso. Por todo pagué 5.50 euros. El plan
es caminar unos tres kilómetros hasta la famosa estación haciendo un pequeño desvío
para atravesar uno de los tres barrios castizos: Lavapiés. Sólo por conocer la estatua de Agustín Lara.
02:30pm.- Castilla-La
Mancha, en el segundo piso de un moderno tren llegamos a la ciudad donde se
llevará a cabo la entrevista televisiva, el viaje propiamente duró algo más de
una hora. A diferencia de nuestra versión mexicana, la Guadalajara española es
una urbe muy pequeña y sin gran atractivo turístico, el edificio del Infantado,
ciertamente muy bello es lo único que destaca. Después de comer tortas de jamón
serrano (ellos las llaman bocadillos, y son más baratas que las ahogadas) en el
bar de una sevillana muy platicadora, nos dirigimos al lugar de la cita.
03:50pm.- Nos
encontramos en una sala de espera, supongo que platicaré con el presentador o
con el productor sobre los pormenores de mi participación en el programa, me
inquieta ser sorprendido por alguna pregunta de esas que los conductores
preparan para su propio lucimiento. No hay tiempo para incrementar el
nerviosismo, una chica nos hace pasar al foro y sin más preámbulo me pide que
me siente en un sillón del set, antes de que otro empleado termine de colocarme
el micrófono empezó a escuchar la cuenta regresiva. Casi sin darme cuenta estoy
al aire en un programa de televisión español en vivo.
Afortunadamente no hago
el ridículo, se trata de una entrevista y las preguntas que me hicieron tenían
respuesta ensayada. El día anterior en el avión Moni y yo hicimos una lista de
las posibles cuestiones que me preguntarían. ¡Uf, prueba superada!
05:30pm.- Alovera; A
pesar de ser día hábil, la biblioteca está cerrada, el hecho nos sorprende más
porque el evento es a las seis de la tarde -¡Bueno, aquí se toman las cosa con
calma!-, comentamos, entonces nos cruzamos al camellón para fumarnos un
cigarro. Tan pronto como lo encendimos una pareja se nos une, se trata de dos
integrantes del jurado del certamen que nos dan la bienvenida. Nos invitaron a
pasar. A cada persona con que nos presentan le dicen: “Ellos son los mexicanos”,
y por respuesta inmediata recibimos un saludo extraordinariamente cálido; como
si fuéramos unas celebridades. Recorremos las instalaciones. Ciertamente es de
llamar la atención el acervo de libros para ser de la biblioteca pública de una
comunidad de doce mil habitantes. En el vestíbulo de las oficinas de la dirección
varios paneles ostentan una exposición de dibujos infantiles con motivos del
Quijote. Yo calculo que hay expuestas unas seiscientas piezas. Posteriormente
nos llevan al auditorio, que tendrá una capacidad de aforo para unas
trescientas personas, pero se encuentra a media ocupación, seguramente los
galardonados y sus familiares.
05:50pm.- Mientras
aguardamos el inicio del acto nos presentan a diferentes personalidades, la más
destacada, la señora Purificación Tortuero, Alcaldesa del Municipio. A las seis
de la tarde en punto Mercedes, la directora de la biblioteca da la bienvenida
al público asistente a la entrega de premios del Séptimo Certamen Literario
Internacional de Alovera –aplausos- el discurso inicial se centra en el
prestigio que en pocos años ha desarrollado el concurso, y menciona como
evidencia de lo dicho la presencia de un ganador de mención especial que ha
venido desde México a recoger su premio y me nombra al tiempo de señalar mi
ubicación. Todas las miradas nos hacen el centro de atención –aplausos-.
06:00pm.- La premiación
es sencilla, sobria y breve, destaca el obsequio de un ejemplar de “El Quijote”,
una edición seriada de lujo que Alovera
lo otorga replicando el protocolo del principal certamen literario del idioma
español; “El Premio Cervantes”, mismo que se entrega los días 22 de abril para
conmemorar el natalicio del Manco de Lepanto. Lo impactante para mí, toda
proporción guardada, es lo que simboliza: la calidad literaria.
06:40pm.- Cuando
suponíamos que eso habría sido todo -¡y vaya que superó las expectativas!-
Puri, la alcaldesa de la localidad nos pide que pasemos al área de oficinas, al
llegar en medio de un “petit comité” conformado por los miembros del jurado y
algunos funcionarios del municipio, notamos que delante de un display de vinil
con el logotipo oficial se halla una mesa sobre la cual, por único objeto hay
un bello libro con forros en piel y letras doradas cuyo separador de páginas es
un ancho listón con los colores patrios (de España). De pronto el silencio se
hace presente y la principal con un tono solemne dice algo así: “Es para
Alovera un honor su presencia, por favor, reciba usted simbólicamente las
llaves de la ciudad y asiente unas palabras en el libro de visitantes
distinguidos”
La emoción que me
invade es algo indescriptible.
Esta
reseña la fui escribiendo a manera de diario más o menos conforme fueron
ocurriendo los hechos. A diferencia del resto de casi todos mis textos, la
finalidad no era compartirlo, así que estuvo durmiendo el sueño de los justos, pero
al ver el mensaje que postié exactamente hace un año la desempolvé, después de
todo, siendo esta historia producto de mi decisión de dedicar la última etapa
de mi vida a la escritura, sería alta traición censurar mis propios ardores. La
experiencia desde luego, reforzó mi determinación de cultivar esta maravillosa
actividad y, ya sea que logre o no el éxito anhelado, Alovera, un lugar de la
Mancha me regaló por anticipado mis quince minutos de gloria.
1. Los calificativos empleados fueron resultado de mi errónea percepción de ese momento, hoy puedo y
debo decir que Alovera y su gente (Al menos la que conocimos) son encantadores y me rerecen el mayor de los respetos.
2. Omití infinidad de detalles en
beneficio de una pretendida amenidad, sin embargo, muchas personas
contribuyeron a la concreción de esta vivencia y, cada cual lo sabe.