sábado, 23 de septiembre de 2017

Todos hemos sido testigos de las pingües ventas de autoservicios, ferreterías y muchos negocios más, ¡bien por ellos! Pero que se mochen con los damnificados con parte de sus ganancias. Porfa, firma y comparte.

http://chn.ge/2yxucce

sábado, 25 de febrero de 2017

La realidad supera a la ficción


Esta historia es una puntual relación de hechos reales. La comparto aquí para apelar a tu compasión.
Rick Berg, un chavo multifacético, trotamundos, chef, cineasta y guionista se fue a Nueva York para tratar de concluir sus estudios en cinematografía. Todo iba muy bien hasta que por una fatalidad incomprensible fue atacado salvajemente por un loco que hoy goza de libertad.
Un día del pasado septiembre dejó de tener comunicación con sus padres, varios días después apareció en estado de coma en un hospital público de la Gran Manzana. Una prima segunda que no lo conocía personalmente pudo identificarlo gracias a un tatuaje. Los pronósticos eran negros. En octubre o noviembre por fin alguien de su sangre pudo pasar tres semanas a su lado, durante ese tiempo en que la actividad principal de su papá era enjugarle el sudor y hablarle al oído ante la fría tolerancia de las enfermeras Ricardo empezó a reaccionar.
Los primeros videos enviados a la familia eran estremecedores, yo no comprendía la felicidad de Ricardo papá al mostrar a su hijo con los ojos desorbitados y en franca desconexión con la realidad. Ahora sé que ese avance significaba un paso gigante en el proceso de recuperación.
Pero la visa humanitaria tenía caducidad. De nuevo mi querido Rick se encontró sólo luchando por su vida. Esporádicamente familiares un tanto lejanos y amigos le visitaban, así accedimos a nuevos videos que mostraban lentos, pero constantes mejoras.

En Navidad, mi familia y yo pudimos ligar una escala en NY y lo visitamos durante unos pocos minutos. Para entonces su conciencia era plena y perfectamente coherente, dato alentador que, sin embargo, lo hacía darse cuenta de su precariedad, y entonces lucía al mismo tiempo alegre y deprimido. Estaba ya, y no era para menos muy desesperado, sobre todo porque con una traqueotomía que le practicaron le dañaron las cuerdas bucales, así que no podía hablar y, por alguna razón que desconozco tampoco oír; toda comunicación era escrita.
Ante nuestra insistencia se atrevió a pedirnos un cortaúñas, dulces, calcetines y un cuaderno para escribir; su nuevo plan, ya que USA lo trató mal era aceptar un ofrecimiento para trabajar en un restaurante de Los Cabos. Lo último que escribió en su pizarrón antes de que nosotros continuáramos nuestro viaje fue: “FELIZ NAVIDAD”
Para enero empezó a postear en Facebook, su salud mejoraba paso a paso pero sin tropiezos, especialmente cuando llegaron sus padres, esta vez mamá también podía prodigarle sus caricias y bendiciones con señal de la cruz y besito físico. Además de los aspectos fisiológico, espiritual, emocional y social otros hechos caminaron a su favor.
Me refiero a las gestiones nada sencillas que para preparar el regreso tuvieron que ser coordinadas, cuestiones relacionadas con el consulado mexicano, la Sría, de Salud de la Federación, El Senado de la República, la NYSP, las líneas aéreas, los sofisticados aparatos que aún requería, el hospital en México que lo recibiría y muchos etcéteras. (La invaluable participación de ciertas personas cuyos nombres no menciono por temor a injustas omisiones creó perennes agradecimientos).
Parecía que se acercaba el final feliz, pero otra fatalidad incomprensible sucedió, a cuatro días del regreso programado Richard se cayó en el baño, una nueva lesión le dañó la corteza cerebral y lo tiene postrado en estado vegetativo desde hace un mes.
La alegría de ver un horizonte luminoso se transformó en mayor dolor y oscuridad, porque encima la búsqueda de pequeños rayos de luz, que los hay, se deben procesar de frente a una realidad lacerante y, en otro contexto frívola, el dinero.
Para acabar pronto, un matrimonio de personas mayores de clase media, con modestas pensiones en pesos se encuentra radicando en el mero invierno en una ciudad muy norteña, muy compleja y muy cara en dólares. Para acabar de completar el cuadro “material” esto sucede en plena crisis Trumpiana. Llevan más de cinco semanas de paliar su pena con muchas decisiones que tomar. Los ahorros de toda su vida ya se los comieron y en su calvario no se ve el fin, Sobra decir que no están turisteando, pero necesitan comer, transportarse y dormir bajo techo porque las temperaturas son bajo cero.
Ahora bien, ellos como lo haría cualquier padre, no claudicarán en el intento de salvar a su hijo en tanto exista el más ínfimo rayito de esperanza, insisto, lo hay.
Rick Berg está en estado de coma, pero, de acuerdo a ciertas manifestaciones corporales según recientes estudios científicos, podría ser sujeto de reanimación.
Inserto un enlace que facilita la posibilidad de donar algo, lo que se pueda es bueno y desde luego la ayuda para compartir a más personas el caso.

https://donadora.mx/busca?utf8=%E2%9C%93&searchbox=Ayudemos+a+ricardo+berg

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jueves, 2 de febrero de 2017

HISTORIA DEL TAMAL


Son muchos y muy apreciados los productos que México ha aportado al mundo, incluso algunos han sido adoptados por diversas culturas como base de platillos representativos de su culinaria regional, baste señalar los siguientes botones de muestra: el jitomate para la salsa de las pastas italianas, el chocolate del vienes pastel Sacher, el picante del Kagkung Belacan malayo, y qué decir del 90% de los ingredientes del Chili con carne de nuestro vecino del norte. Y no son menos las preparaciones con pasaporte mexicano que deleitan paladares en todo el orbe.  Tal acontece con los tamales.

Los tamales son quizá uno de los alimentos más populares de México, prácticamente cada estado de la República tiene por lo menos una versión. En el centro del país lo mismo los encontramos por las mañanas en cada esquina, que por las noches a la puerta de las iglesias, o ahora, a la puerta de las tiendas de conveniencia; lo mismo se ofrecen en una primera comunión en Polanco, que a toda hora escuchamos los “modernos” pregones que rezan: “Lleve - sus - ricos - y - deliciosos - tamales - calientitos, tamales - oaxaqueños…”. Sin duda estos pregones no son tan encantadores como los reseñados por Salvador Novo, pero ya forman parte del paisaje del México del Bicentenario.

La palabra tamal viene del náhuatl tamalli, que significa envoltorio. Y su origen se remonta a nuestros antepasados prehispánicos. En el siglo XVI el fraile franciscano Bernardino de Sahagún en su “Historia General de las Cosas de Nueva España” hace varias referencias. Cito una que particularmente llamó mi atención por su sincretismo, desde luego no soy sociólogo, pero me gusta pensar que la tradición vigente de comer tamales el día de la Candelaria está relacionada con una fiesta pagana en honor al Dios del fuego llamado Xiuhtecutli que se celebraba el día 10 del mes Izcalli del calendario azteca, equivalente, según una ingeniosa tabla al parecer diseñada por el mismísimo Fray Bernardino al día 17 de enero, es decir tan solo dos semanas separan ambas fiestas. Entre otras cosas la liturgia local disponía convidar tamales con camarón. Y yo convido fragmentos del texto referido transcritos literalmente.
 "Al deciocheno mes llamaban izcalli. A los diez días de este mes hacían tamales de hojas de bledos muy molidas.       Decían a esta fiesta motlaxquian tóta, que quiere decir "nuestro padre el fuego tuesta para comer"… Las mujeres toda la noche se ocupaban en hacer unos tamales que llamaban uauhquiltamalli, … Toda la gente y en todas las casas se hacían estos tamales, y convidaban unos a otros con ellos; a porfía trabajaban cual por cual haría primero estos tamales. Y la que primero los hacía iba luego a convidar con ellos a sus vecinos para mostrar su mayor diligencia y su mayor urbanidad. La vianda que se comía con estos tamales eran unos camarones que ellos llaman acocilti, hechos con un caldo que ellos llaman chamulmulli. Todos comían en sus casas esta comida muy caliente y tras el fuego; y las camisillas de maíz con que estaban envueltos los tamales, cuando se las quitaban para comerlos, no las echaban en el fuego sino juntábanlas para echarlas en el agua. En acabando de comer esta comida, luego bebían pulcre los viejos del barrio…  bebían y cantaban delante la imagen de Xiuhtecutli hasta la noche… Comían también tamales de muchas maneras, unos de ellos eran blancos y a manera de pella, hechos no del todo redondos, ni bien cuadrados, tienen en lo alto un caracol, que le pintan los frijoles…”

Referencia Histórica
Libro: Historia General De Las Cosas De Nueva España
Autor: Fr. Bernardino de Sahagún
Editorial Porrúa, México, 2006, ISBN 970-07-6492-3 Rústica
Colección: Sepan Cuantos No. 300,

Libro segundo, Capítulo XXXVII, páginas 73, 90, 146 y 147.  Libro octavo, Capítulo XIII, página 445

viernes, 27 de enero de 2017

México, creo en ti...


La terrible crisis económica en que nos está sumiendo "Mássiosare", el extraño enemigo # 1 de los mexicanos, sin duda se debe combatir desde distintos frentes (Gobierno, partidos políticos, empresarios, sindicatos, etc.). Espero que cada uno actúe como debe, olvidandose por lo pronto de tratar de llevar agua a su molino. Es decir espero que el sentimiento nacionalista que veo crecer, se canalice verdaderamente en favor de México.            
Lo que nos toca a la ciudadanía es actuar con prudencia y decencia.
● Sí asistir a marchas, pero SIN VIOLENCIA (arrojando bombas molotov o atracando a lo que huela a gabacho, por ejemplo).
● Sí privilegiar a lo hecho en México, pero no boicoteando firmas gringas porque eso atenta directamente contra nosotros mismos.  
● Y por último, HACER LO CORRECTO,  todos y cada uno de los mexicanos entendemos ese concepto, sólo hay que aplicarlo en nuestro día a día.
Por si hubiera alguna duda, la clave está en el respeto, en el NO anteponer el propio beneficio perjudicando a terceros.
Soy enemigo de presionar para que algo se comparta en redes, pero cada mexicano con acceso a ellas, si se siente afrentado, creo que debe hacer patente su rechazo y llamar a una verdadera UNION NACIONAL SIN VIOLENCIA.

martes, 17 de enero de 2017

LA HOJA DE MAPLE

Desde muy joven me llamó la atención la bandera canadiense. Si se fijan, el rojo es casi naranja, y el diseño de su imagen central se aparta de las formas marciales. Normalmente las enseña patrias que ostentan figuras complejas insertan escudos de armas medievales o símbolos universales cómo soles, lunas, estrellas o cruces.
El escudo de la bandera de México también es sui generis, pero de otra manera, éste nos cuenta con alarde de imágenes la leyenda del origen de la ciudad de un pueblo imperialista (los aztecas) que por cierto, nada tiene que ver con los tarahumaras o los lacandones, sin embargo, los mexicanos tenemos implantada la convicción de que eso es lo que nos une y lo que tenemos en común. Yo digo que hoy por hoy sólo hay dos cosas comunes a TODOS los mexicanos: los tacos y la palabra “güey”. Volviendo al tema, insisto, la mayoría de los lábaros patrios que van más allá de una simple combinación de formas geométricas y colores reiterativos recurren a figuras muy clásicas, por no llamarlas aburridas, pero, ¿una hoja? y encima ¿con diseño estilizado cual logotipo de empresa tras-nacional?.
¿Qué importancia puede tener para toda una nación la minúscula parte de un objeto tan común como un árbol?
Basta con pisar ese enorme territorio norteño para darse cuenta que allí se ve maple, se pisa maple, huele a maple, se come maple, se construye con maple y, aun así, no parece ser suficiente el tema de la abundancia para convertirlo en insignia nacional, de ser así veríamos ondear barriles de petróleo en medio oriente.     
El hecho es que los canadienses adoran tanto al vegetal que hasta más de un equipo del deporte nacional; Hockey sobre hielo lo involucran en sus propios emblemas: Toronto y Winnipeg. Para mí, esos datos sólo fortalecen el interés por descubrir qué hay detrás. Así que le rasqué un poquito y esto es lo que encontré:
Resulta que los famosos pioneros, aquellos de las trece colonias que dieron origen al país que tenemos encima (en varios sentidos), despreciaban los territorios al norte del río Niágara y de los grandes lagos bajo el argumento de que “allí sólo había hielo y bosques inhóspitos”.
Sin embargo, esas tierras fueron ocupadas por exploradores franceses, Quebec se fundó en los primeros años del siglo XVII y funcionaba como capital de la Nueva Francia, la cual al más puro estilo español practicaba mestizaje con los amerindios, Sólo que allí no explotaban minas de oro y plata, sino rentables pieles de castor, y en efecto, los climas sub-árticos son tan fríos que, de no ser por la presencia de algunas variedades endémicas del árbol de Maple (el Arce Azucarado), los asentamientos humanos difícilmente habrían prosperado. La mejor fuente de calorías con que contaban los cazadores para soportar los inviernos, era la miel recolectada en primavera. (de haber sabido eso los colonos británicos no hablaríamos de 13 colonias, sino de 15 y ahora, USA sería el país más extenso de la tierra)
Los planes de expansión de este virreinato en se orientaron hacia el sur, por lo que ocuparon el territorio llamado Luisiana en honor de Luis XIV, mismo que se extendía a lo largo de la ribera oeste del río Misisipi hasta el Golfo de México y la frontera con la Nueva España, donde fundaron Nueva Orleans. O sea que, en cierta forma Canadá y México alguna vez fueron vecinos.
Francia no tuvo éxito en su propósito expansionista porque nunca logró convencer a suficientes colonos para mudarse a las Américas, así que terminó cediendo todas sus posesiones a Gran Bretaña, incluido Quebec cuya población abrumadoramente mayoritaria era de origen galo. Hablando en plata: Francia los abandonó a su suerte (lo que se entiende porque en aquellos años empezaba a fraguarse la Revolución). Sin embargo, la corona británica, quizá porque a su vez ya le estaban haciendo ruido los rebeldes de las trece colonias, toleró que se mantuviera la cultura incluido el idioma francés.
Pocos años después, una consecuencia natural del fin de las hostilidades de la independencia gringa, fue que una pequeña parte de la gente caucásica que defendía el status quo, tanto ingleses como nacidos ya en América fueron “vomitados” hacia el norte, pero ellos, que obviamente eran angloparlantes se asentaron en un poco más al oeste.
Lo anterior nos lleva de regreso al tema del peculiar diseño de la bandera de la hoja de maple. Y es que, siendo este país miembro de la Commonwealth, igual que como ocurre con la bandera de Australia, la de Canadá lucía el estandarte del Reino Unido más un escudo claramente de referencia francesa, es decir no era precisamente un modelo promotor de la unidad. Sobra decir que a la fecha existe un sentimiento separatista por parte de los quebequenses. Entonces apenas en 1965 por cuestiones índole política se decidió eliminar reminiscencias tanto inglesas como francesas y por supuesto, la hoja de maple fue la solución, dado que es algo plenamente canadiense.   

Para finalizar a manera de comparación con gringos, pero también con mexicanos, me quedo con las palabras del también singular primer Justin Trudeau: “Canadá no es fuerte a pesar de sus diferencias, es fuerte gracias a ellas”.

Nota: Siempre que me refiero al país que está al norte de México los llamo los gringos y es que, no hay otra forma de llamarlos con propiedad; ellos se autodenominan América cuando aún a su pesar, no ocupan todo el continente; tampoco son los únicos norteamericanos, ni los únicos estadounidenses. México es una unión de estados y si el mapa no miente, este país también se encuentra en el norte del continente americano.