Hoy en día La Güera Rodríguez es uno de esos personajes de los que casi
todos hemos oído hablar, pero casi nadie conoce las razones de su fama.
Al menos yo apenas me enteré de varios detalles que quiero compartir.
Ignacia
–así se llamaba– nació en 1778, era una criolla de familia relativamente acomodada
y fue un indiscutible símbolo sexual de su época. La casaron a los diez y
seis años con un joven militar con futuro promisorio, pero 6 años después
estaba separada y acusada de adúltera. Se volvió a casar, esta vez con un
comerciante muy rico y muy viejo, ese matrimonio duró menos, tan solo unos
meses pues el anciano un día amaneció muerto. En su acta de defunción se
asentó la causa de la muerte: “Enfriamiento por destape de cobijas”. El caso es que haiga sido
como haiga sido, la Güera se rayó, heredó toda la fortuna.
Hasta aquí
esos hechos causaron revuelo entre la alta sociedad y muchas habladurías del
pueblo, pero no la hubieran convertido en un icono de la sensualidad
decimonónica. Es más, el escándalo se hubiera diluido en cuestión de
meses. Lo que la hizo trascender por siglos en la memoria nacional fueron
los amores prohibidos, ellos la convirtieron en legendaria. De ellos, unos totalmente
abiertos, otros discretos pero documentados y algunos más son simples
deducciones (Léase chismes).
Muy probablemente uno de los
episodios de celos del primer marido se desató por el desliz con un acaudalado
huérfano sudamericano cinco años menor que ella de nombre Simón Bolivar.
Tiempo después, ya viuda y rica le alegró su
estancia a otro extranjero,
éste sin gran fortuna pero si muy prominente, se trataba del Varón Alexander Von
Humboldt.
Se cuenta que cuando se inauguró la estatua
ecuestre de Carlos IV (El Caballito), La Güera cautivó al alemán con un
comentario inaudito para una dama de aquella época. Dijo: "El único
error de esa escultura es que el caballito tiene los huevos parejos, y
todos sabemos que siempre hay uno testículo que cuelga más que el otro"
Se
sabe que la güera financió la causa Insurgente de manera directa con su primer
líder; Don Miguel Hidalgo y costilla, quien también era ojo
alegre. Las primeras reuniones de la conspiración independentista se llevaron a cabo en el
interior de la Profesa, iglesia ubicada justo frente a la casa de ella. Atando
cabos, no se necesita ser demasiado suspicaz para mal-pensar que probablemente
Ignacia sea la “Madre de la Patria”
Pero hay más historias en
torno a la Profesa y su devota vecina. En el interior del inmueble se
encuentra una imagen de la Virgen de Dolores, se asegura que el escultor plasmó
el rostro de Ignacia como un tributo velado a sus favores. El artista fue nada
menos que Manuel Tolsá.
Hay evidencia de que la Güera poseía una carta del rey de España
Fernando VII dirigida al Virrey Apodaca ordenándole la búsqueda de un militar
criollo que pudiera pactar con los rebeldes. Resulta difícil de imaginar que un
documento tan importante cayera en manos de alguien por pura casualidad.
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