lunes, 11 de abril de 2016

La Perfecta Casada


En un esfuerzo por demostrar la fórmula del “matrimonio perfecto”, comparto la síntesis de un libro que, casi por accidente cayó en mi poder. Para hacerlo menos denso, toda vez que fue escrito en el Siglo XVI y sin embargo me parece interesante mostrar la narrativa antigua, traté de compaginar mi interpretación con los aforismos textuales del mismo.    (La perfecta Casada, obra de Fray Luis de León, Madrid, 1583).

Bono extra. La imagen, que corresponde a la publicidad de alguna edición probablemente de los 40´s del Siglo XX refleja atavismos que hoy no comprendemos.


Importancia de la mujer en una relación de pareja:
  •   "los fundamentos de la casa son la mujer y el buey: el buey para que are, y la mujer para que guarde."


Es decir, la mujer debe cuidar la economía familiar y para ello no ha de gastar demasiado (en sí misma), debe ser prudente en sus caprichos.
  •      "Ser muy templadas en los gastos de sus antojos, porque, si comienzan a destemplarse, se destemplan sin término, y son como un pozo sin suelo, que nada les basta. Porque no es gasto de un día el suyo, sino de cada día;"

Pero en lo que menos deben gastar las mujeres es en cosméticos y tintes de pelo porque:
  • ·         “Más tolerable en parte es ser adúltera, que andar afeitada, porque allí se corrompe la castidad, y aquí la misma naturaleza”
  • ·          “Menos gasta un letrado que una mujer en enrubiar sus cabellos”


Otras formas de cuidarle la cartera al marido son comiendo menos y no desperdiciar dinero en ropa para ella (Una ley natural lo demuestra)
  • ·         "Que, si decimos verdad y miramos lo natural, las faltas y necesidades de las mujeres son mucho menores que las de los hombres; porque, lo que toca al comer, es poco lo que les basta, por razón de tener menos calor natural, y así es en ellas muy feo ser golosas o comedoras.
  • ·         “Y ni más ni menos, cuando toca el vestir, la naturaleza las hizo por una parte ociosas, para que rompiesen poco, y por otra aseadas, para que lo poco les luciese mucho”
  • ·         “Las que piensan que a fuerza de posturas y vestidos han de hacerse hermosas, viven muy engañadas porque la que lo es, revuelta lo es, y la que no, de ninguna manera lo es ni lo parece, y, cuando más se atavía, es más fea."


Cuidado, señoras con la envidia y la vanidad, que pueden perder el piso y gastar por gastar en cosas superfluas y efímeras.
  • ·         "Y como todos los maestros gustan de tener discípulos que los imiten, ellas son tan perdidas, que, en viendo en otras sus invenciones, las aborrecen, y estudian y se desvelan por hacer otras”
  • ·         “Como los caballos desbocados, cuando toman el freno, cuanto más corren, tanto van más desapoderados; así la sed déstas crece en ellas con el beber, y un gran desatino y exceso que hacen les es principio de otro mayor, y, cuando más gastan, tanto les aplace más el gastar”
  •     “Y crece la frenesía más, y ya no les place tanto lo galano y hermoso, como lo costoso y preciado, y ha de venir la tela de no sé dónde, y el brocado de más altos, y el ámbar, que bañe el guante y la cuera, y aun hasta el zapato, el cual ha de relucir en oro como el tocador, y el manteo ha de ser más bordado que la basquiña; y todo nuevo, y todo reciente, y todo hecho de ayer, para vestirlo hoy y arrojarlo mañana”


Pero ser ahorrativas no implica andar de fodongas, hay que ponerse bonitas para cumplirle al marido su obligación de esposa, de ustedes depende la armonía y la prosperidad del hogar.
·         “Considere vuestra merced cómo reluce porque cuando la mujer asiste a su oficio, el marido la ama, y la paz reina y la hacienda crece”

Tomen en cuenta, mujeres que los gastos de los hombres son más razonables.
  •  Y aún hay en ello otro daño muy grande, que los hombres, si les acontece ser gastadores, las más veces son en cosas, aunque no necesarias, pero duraderas o honrosas, o que tienen alguna parte de utilidad o provecho, como los que edifican sumptuosamente y los que mantienen grande familia, o como los que gustan de tener muchos caballos; mas el gasto de las mujeres es todo en el aire; el gasto muy grande y aquello en que se gasta, ni vale ni luce."


Pero no sólo para cuidar la economía del hogar la mujer fue hecha para el hombre, sino para algo todavía más noble:
  • ·         “No piensen que las crió Dios y las dio al hombre sólo para que le guarden la casa, sino para que le consuelen y alegren. Para que en ella el marido cansado y enojado halle descanso, y los hijos amor, y la familia piedad, y todos generalmente acogimiento agradable”


Ser mesurada en lo que dice, o sea calladita se ve más bonita. Esto no es sólo una idea; hay fundamentos incuestionables:
  • ·         “Así como a la mujer buena y honesta la naturaleza no la hizo para el estudio de las ciencias ni para los negocios de dificultades, sino para un oficio simple y doméstico, así les limitó el entendimiento, por consiguiente, les tasó las palabras y las razones”
  • ·         “Porque, así como la naturaleza, como dijimos y diremos, hizo a las mujeres para que encerradas guardasen la casa, así las obligó a que cerrasen la boca; y como las desobligó de los negocios”
  • ·          "El mejor consejo que le podemos dar a tales, es rogarles que callen, y que, ya que son poco sabias, se esfuercen a ser mucho calladas."
  • ·         "El estado de la mujer, en comparación del marido, es estando humilde, y es como dote natural de las mujeres la mesura y vergüenza, y ninguna cosa hay que se compadezca menos, o se desdiga más de lo humilde y vergonzoso, que lo hablador y lo parlero."


No menos importante es considerar que la mujer es la responsable de la educación y el cuidado de los hijos, así como de la tranquilidad del marido.
  • ·         La mujer ha de velar a los hijos y al marido si es preciso”


En resumen
  • ·         “…más para aspirar a esa perfección, que no sea costosa, ni gastadora y que sea hacendosa y callada y obediente”


Rodrigo García Leo

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